Los niños que han trabajado a lo largo de su educación con el color y la forma; con el tono, la música, el movimiento, la actuación dramática, el lenguaje, con la arcilla, la madera, la acuarela, la lana, con la tierra y las plantas, no sólo han trabajado creativamente, activando, clarificando y fortaleciendo sus emociones, sino que han puesto en práctica su pensamiento y su sentimiento en el ejercicio activo de la voluntad.
“Nuestro más elevada meta ha de ser educar seres humanos libres,
“Nuestro más elevada meta ha de ser educar seres humanos libres,
capaces de impartir desde sí mismos, propósito y dirección a sus vidas"
Rudolf Steiner